Me sacaron el corazón,
Mataron mi cuerpo,
Después lo dieron por muerto
Y lo tiraron a la prisión.
Me taparon los ojos de pronto.
Me taparon la boca de pronto.
Me doblaron los brazos.
Me amarraron las manos,
Siempre de pronto.
Sus dientes amarrillos burlones
Me mordían el alma.
Sus ojos enfermos de poder
Me sujetaban las lágrimas.
Tras mi reja moría,
Mis ojos se tapaban,
Mis ojos se cerraban,
Mi cuerpo no existía…
Tras mi reja suplicaba
La injusticia cometida,
Mis lágrimas contenidas
En mis ojos que lloraban.
Ya el silencio no era mío
Ni la angustia que tenía
Ni mi cuerpo desplomado
Tras los golpes que sentía.
¡Malditos y rancios policías!
El dolor profundo,
El dolor de moribundo
Que sus almas apáticas no veían
Fueron para mí
El miedo más absurdo,
El dolor más rotundo
¡Malditos y rancios policías!
Tras mi propia y absurda agonía
Mi cabeza volaba angustiada
Por saber qué mierda afuera se hacía
Mientras el encierro me enfermaba.
El miedo era mi cama,
Los chinches eran mi almohada,
El peligro mi frazada
Y en el desvelo me refugiaba.
PENI – PENA – PENE
PENE – PENA – PENI
MI PENA EN LA PENI
IMPORTÓ UN PENE.
Tres días sin caca
Tres días sin hambre
Tres días sin alma
Tres días sin sangre.
El reloj corrió como tortuga,
El tiempo era lento y en subida,
Mi vista se quemaba
En mis días de tortura.
“LIBRE AHORA. TIC –TOC – TIC - TOC”
Me desnudan otra vez,
Me engrillan otra vez
Y solo el tiempo me dirá
Que mierda pasará.
Vuelvo al mundo al fín
Seco, sucio y feo.
Tres abrazos me esperaban
Y yo sin alma
Ni siquiera reaccionaba.
Las mentes del mundo,
Mi apatía máxima,
Mi locura pequeño
El lo que ahora me ánima
Después de este largo sueño.
FIN.
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