Abro mis ojos rojos,
Me ahoga el peso de la frazada
Es una piedra desesperante, tosca
Me pesan en los ojos
Dos botellas mágicas
Botellas llenas de elixir loco,
Confuso, nauseabundo, bailador.
Una en cada parpado
Sentadas e inamovibles
Torturándome.
Debo salir a volar
Debo abrir mi cabeza rota
y comerme el cerebro,
Lo haría al ajillo.
Lo picaría para la pizza,
Y lo cagaría limpio…
Todo gira en carrusel
Sentado voy en un caballito torpe
Girasol que hace vomitar mis entrañas
Cosidas en vinagre
Mientras el espejo me dice:
Eres un loro rosado,
Copetero, rancio y feo.
Y yo me digo nunca
Un nunca del que soy ateo.
FIN.
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